En el entorno empresarial actual, es fundamental asignar los recursos adecuados para establecer un marco efectivo de Gestión de Riesgos Empresariales (ERM, por sus siglas en inglés) y prestar atención significativa a cómo los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) afectan a las empresas. Para lograr el éxito, las organizaciones están integrando cada vez más valores, objetivos y métricas relacionadas con los factores ESG en sus estrategias empresariales con el fin de mitigar los riesgos.
Un paso crucial para implementar un programa ESG adecuado es obtener la comprensión y el compromiso de la alta dirección (nivel C). Las empresas se están dando cuenta de que deben hacer más en materia de ESG en todos los niveles organizativos. Por ejemplo, los esfuerzos aislados de los empleados para ayudar a la comunidad ya no son suficientes. Los inversores y las partes interesadas exigen iniciativas más agresivas para la neutralidad de carbono y están tratando de influir en la financiación de las empresas relacionadas con los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo.
Para mejorar significativamente a corto plazo, las empresas pueden comenzar identificando objetivos ESG alineados con su estrategia y creando un marco para medir la eficacia de su implementación en un período establecido. Además, es fundamental ayudar a diseñar una estrategia de comunicación tanto interna como externa que destaque las prácticas ESG y promueva las acciones que se están llevando a cabo para ser socialmente responsables.
Es evidente que la importancia de los factores ESG está en constante crecimiento para todas las partes interesadas en una empresa, y es imperativo desarrollar un programa sólido respaldado desde la alta dirección, tal como se haría con cualquier otro aspecto crítico del negocio.
La sustentabilidad ya no es una opción
La sostenibilidad ya no es una opción, sino un requisito imprescindible para ser considerado un líder en el mercado, un ciudadano corporativo responsable, una inversión sólida y una empresa respetada tanto por los clientes como por los líderes cívicos. No importa en qué punto del camino se encuentre una organización, nunca es demasiado tarde para comenzar a tomar acciones concretas hacia la sostenibilidad.
Aunque no hubo un evento en particular que haya desencadenado este cambio, siempre ha existido un fuerte compromiso con los esfuerzos de sustentabilidad, a través de la colaboración y cooperación con reguladores financieros, emisores, inversionistas, intermediarios del mercado y la academia, entre otros actores relevantes. Las alianzas estratégicas han desempeñado un papel crucial para comprender el panorama global de ESG y para incorporar las mejores prácticas en México.
En conclusión, dedicar los recursos adecuados a la creación de un marco de Gestión de Riesgos Empresariales (ERM) y prestar atención significativa a los factores ESG son pasos fundamentales para el éxito y la sostenibilidad de las empresas en la actualidad. La integración de valores, objetivos y métricas relacionados con los factores ESG en las estrategias empresariales permite mitigar riesgos y responder a las demandas crecientes de inversores y partes interesadas.
Es esencial obtener el compromiso y comprensión del nivel C de la organización para implementar programas ESG efectivos. Los esfuerzos aislados no son suficientes, y tanto los empleados como las empresas deben asumir iniciativas más agresivas en temas como la neutralidad de carbono. La comunicación interna y externa también desempeña un papel clave al promover las prácticas ESG y destacar los esfuerzos realizados para ser socialmente responsables.
La importancia de los factores ESG está en constante crecimiento para todas las partes interesadas, y desarrollar un programa sólido respaldado desde la alta dirección es fundamental para ser considerado un líder en el mercado y una empresa respetada. La sostenibilidad ya no es una opción, sino un requisito imprescindible para el éxito a largo plazo.
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