Nuevas inversiones

La mayor parte de los ingresos de los ETF son generados por las participaciones subyacentes del fondo. Normalmente, se trata de dividendos de acciones o intereses (cupones) de bonos.

Dividendos: Son una parte de los beneficios de la empresa que se paga en efectivo o en acciones a los accionistas por acción, a veces para atraer a los inversores a comprar las acciones. Si un inversor posee acciones de un ETF, puede recibir distribuciones, conocidas como dividendos, de forma periódica (mensualmente o en algún otro intervalo, dependiendo del ETF).

¿Cómo elegir ETF que producen altos ingresos?

Acciones 2023

A continuación, se indican algunos tipos de ETF que un inversor en busca de ingresos podría considerar:

  • Los ETF de renta variable que pagan dividendos ofrecen plusvalías potenciales por las subidas de los precios de las acciones que posee su ETF, más los dividendos que pagan esas acciones.
  • Fondos de bonos pueden proporcionar ingresos por intereses más fiables procedentes de inversiones en bonos del Estado, bonos de agencias, bonos municipales, bonos corporativos, etc.
  • Fondos de inversión inmobiliaria (REIT) obtienen dinero de las plusvalías subyacentes de las ventas de inmuebles y de los ingresos por servicios (alquileres) generados por los apartamentos, hoteles, edificios de oficinas u otros inmuebles propiedad de los REIT en los que el ETF ha invertido.
  • Los inversores pueden plantearse complementar su cartera con ETF o crear una cartera generadora de ingresos compuesta únicamente por ETF. En cualquier caso, es importante adoptar un enfoque diversificado para no estar excesivamente expuesto a una sola clase de activos.

Algunas consideraciones sobre el costo y la fiscalidad de los ETF

Los ETF pueden ser una forma barata de diversificar la cartera, ya que evitan los costes de transacción más elevados que suelen asociarse a la selección individual de valores o a los coeficientes de gastos, a menudo más elevados, de los fondos de inversión gestionados activamente.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunos ETF de gestión activa y ETF de beta inteligente tienen ratios de gastos más elevados que los ETF pasivos y que algunos ETF tienen ratios de gastos más elevados que los fondos de inversión, por lo que es importante que los inversores investiguen sus opciones y lean el folleto de cada fondo antes de invertir.

Las implicaciones fiscales de los ETF pueden ser complicadas y varían en función de la clase de activos y la estructura.

invertir en acciones

Si un inversor vende un ETF por un precio superior al que lo compró, puede adeudar el impuesto sobre plusvalías por los beneficios obtenidos. En general, la tributación de la mayoría de las inversiones en ETF depende del tiempo que el inversor haya tenido el fondo. Si el inversor posee las acciones del ETF durante menos de un año, las ganancias tributan al mismo tipo que los ingresos ordinarios.

Si el fondo se mantiene durante más de un año, las ganancias tributarán al tipo de las plusvalías. Sin embargo, la estructura jurídica de cada ETF puede complicar el panorama fiscal. Algunos ETF tributan de forma diferente debido a su estructura como fideicomisos o sociedades limitadas.

No obstante, los intereses o dividendos que perciba un inversor mientras estén invertido en un ETF tributarán en el año en que reciba el pago, independientemente de que siga o no invertido en el ETF. Algunos dividendos de ETF de renta variable son “cualificados” y tributan a tipos similares a los de las plusvalías. Los inversores en el mercado de renta fija también deberán pagar impuestos sobre los intereses pagados, que suelen tributar como ingresos ordinarios, excepto en el caso de los bonos municipales, que suelen estar exentos de impuestos federales.

Leer también: Como se visualizan las inversiones en 2023